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El tema en el relato breve

Teniendo en cuenta que prácticamente todos los escritores de relatos soñamos con escribir como Bradbury, Carver o Chéjov —entre algunos ejemplos—, existen algunas características que pueden ayudarnos a mejorar nuestros escritos, tres puntos que nos aseguran, sumados por supuesto al estilo propio de cada autor, que si los conseguimos tendremos un relato breve atractivo y de calidad: el tema, el antagonista y el giro.

 

Hoy hablaremos del primero de ellos, el tema. Lo primero es no confundir el tema con la trama o el argumento. El tema es una idea, un concepto básico que puede —y suele— no aparecer en la obra pero que está presente en cada momento. El nexo escondido que lo une todo, al autor, con la obra y con el lector. Normalmente consiste en la capacidad de poder definir una obra en una o pocas palabras.

Los temas más clásicos pueden ser temas shakespearianos como el amor, el odio, los celos o la obsesión, y así multitud de posibilidades. En nuestra primera antología 2084, los temas que escogieron cada uno de los autores fueron de lo más variado, desde el papel del arte en el futuro, el rol de unión-desunión de la tecnología o la caída de la moral en una sociedad que vence a la muerte. En nuestra segunda obra, El sonido de los sapos, David Vicente da coherencia a sus textos con un tema recurrente en sus relatos, el vacío y el sinsentido de la vida. Una visión existencialista que desemboca inevitablemente en el nihilismo y la apatía de los personajes protagonistas. Por su parte, en nuestro último compendio de relatos El lenguaje de los puentes, la gama temática, como si de un pantone literario se tratara, nos muestra ideas como la venganza, la persistencia del amor o el destino heredado, con gran fluidez, originalidad y frescura.

Podríamos decir que existen dos tipos de relatos breves, los basados en el tema y los basados en la trama. Los basados en la trama prestan mayor atención al argumento, a los hechos que les van a ocurrir a los personajes. No les importa el por qué, sino solamente la acción en sí, la historia. Normalmente este tipo de relatos es más fácil verlos en textos de terror, de misterio, e incluso de ciencia ficción (aunque en estos últimos suele ser importante que tenga un tema subyacente que le de peso al relato). Los basados en el tema, tratan sobre una idea, y la enmarcan dentro de un argumento más o menos complejo. En este tipo de relatos lo importante es hacer llegar al lector un concepto sobre el que reflexionar.

Sobre cuál es mejor, obviamente se podría disertar ampliamente. Cabría decir que lo normal es que los textos que tienen bajo sus palabras un tema obtienen una ligera ventaja, una posibilidad de conseguir algo más profundo que una simple historia, que el relato de un suceso, aunque como siempre, cada texto te pide una cosa distinta, en algunas historias lo importante es el cómo, mientras que en otras lo relevante es el por qué.

Solamente tenedlo en cuenta antes de poneros con vuestra próxima creación literaria, tal vez os sirva de ayuda y consigáis el relato perfecto que se esconde debajo de esas páginas en blanco.

Hasta pronto inventores.

 

Modificado por última vez enJueves, 10 Agosto 2017 17:46

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